Durante mi visita del 15 de junio al CAMI del Guasmo y en la que realicé hoy al CAMI de Pascuales, pude ser testigo no solo del talento de decenas de mujeres y niños que viven en Guayaquil, sino que pude aplaudir el espíritu de superación de todos ellos.
El Centro de Atención Municipal Integral del Guasmo constituye un punto de encuentro de niñas y niños de diferentes edades que apreden danza, ejercitan su cuerpo y dedican su tiempo a una actividad sana que estimula sus capacidades y los vincula al arte.
También pude apreciar manualidades elaboradas en fomix y globoformas fabricadas para fiestas y celebraciones. Debo decir que la calidad de los productos, incluso puede llegar a ser superior a los que podemos encontrar en algún centro comercial de la ciudad o del país.
En el CAMI de Pascuales también se imparten clases de danza, en este caso de capoeira una danza brasileña de la que disfrutan pequeños y que les permite ejercitarse, trabajar en su elasticidad corporal y divertirse.También pude ver como mujeres se preparan en talleres de peluquería, aprenden a cortar cabello y pintar uñas.
Todos estos oficios les permitirán montar su propio negocio o trabajar en el área de la belleza y ser mujeres productivas.
En otra área del CAMI conversé con mujeres que participan de un taller de corte y confección. En estas mesas de trabajo hay esperanza y entusiasmo. Hay mujeres de lucha y cambio.
Seguiré visitando los CAMI para -junto a los ciudadanos- renovar mi compromiso de trabajar para que las personas capacitadas puedan emprender negocios con los conocimientos adquiridos y así poder ganar dinero y vivir de su talento.
Al salir del CAMI, fue muy grato encontrar una brigada de MÁS SALUD, ahí los ciudadanos pueden recibir atención médica gratuita, cálida y de calidad.
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